Trastorno afectivo estacional

24/10/2023
psiquiatria

El trastorno afectivo estacional es un tipo de depresión que se caracteriza por un patrón estacional recurrente, ya que comienza y finaliza aproximadamente en la misma época cada año. Habitualmente los síntomas comienzan en otoño, continúan durante los meses de invierno y desaparecen en primavera. Con menor frecuencia, el trastorno afectivo estacional causa depresión en la época de primavera o al comienzo del verano y desaparece durante los meses de otoño e invierno.

Hay distintas hipótesis que podría explicar las causas de este trastorno.

Se cree que las personas con este trastorno pueden tener una actividad reducida de la serotonina, un neurotransmisor que ayuda a regular el estado de ánimo. La luz solar ayuda a mantener niveles normales de serotonina, pero en las personas con trastorno afectivo estacional, esta regulación no funciona correctamente, lo que da origen a una disminución de los niveles de serotonina durante las estaciones con menor luz solar.

Otros hallazgos sugieren que las personas con trastorno afectivo estacional producen demasiada melatonina, una hormona fundamental para mantener el ciclo normal de sueño y vigilia. La sobreproducción de melatonina puede aumentar la somnolencia, de manera que se agrava la apatía y el letargo durante esa época del año.

Tanto la serotonina como la melatonina ayudan a mantener el ritmo diario del cuerpo que se relaciona con el ciclo sueño-vigilia. En las personas con trastorno afectivo estacional, los cambios en los niveles de serotonina y melatonina alteran los ritmos diarios normales. En consecuencia, ya no pueden adaptarse a los cambios estacionales relacionados con la duración del día, lo que provoca cambios en el sueño, el estado de ánimo y el comportamiento.

Por otra parte, la vitamina D promueve la actividad de la serotonina, de manera que los déficits de esta molécula pueden exacerbar los problemas relacionados con los trastornos afectivos. La vitamina D se consume a través de la dieta, pero el cuerpo también produce vitamina D cuando la piel se expone a la luz solar. Con la menor cantidad de horas diurnas de luz solar, las personas con trastorno afectivo estacional pueden tener niveles más bajos de vitamina D, lo que puede dificultar aún más la actividad de la serotonina.

Por ese motivo, más allá del abordaje psicoterapéutico y farmacológico, se ha propuesto el tratamiento lumínico o fototerapia como una alternativa terapéutica a este trastorno. El objetivo es exponer todos los días a las personas con este trastorno a una luz brillante para contrarrestar la menor cantidad de luz solar en los meses más oscuros. Los pacientes se sientan frente a una caja de luz que es hasta 20 veces más brillante que la luz ordinaria durante unos 30 a 45 minutos, generalmente a primera hora de la mañana, desde el otoño hasta la primavera. Estas cajas filtran la luz ultravioleta posiblemente dañina, lo que hace que sea un tratamiento seguro para la mayoría.

Pau Camell, psiquiatra

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