Todo lo que hace falta saber sobre las benzodiacepinas

12/11/2019
psiquiatria

      

Las Benzodiacepinas son un grupo de psicofármacos depresores del sistema nervioso central que actúan disminuyendo la excitación neuronal y por esto producen un efecto ansiolítico, sedante e hipnótico.

La vía de administración más común es oral, aunque algunas de ellas tienen un efecto más rápido si se utiliza la vía sublingual, intravenosa o rectal.

Hay muchas benzodiacepinas diferentes, pero la manera más práctica que tenemos de clasificarlas es hacerlo por el tiempo que pasa el fármaco en el organismo (o vida media). Según esto, podríamos dividirlas en:

Benzodiacepinas de vida corta

Están en el cuerpo menos de 12 horas, son las benzodiacepinas que actúan de manera más rápida, y son la elección cuando hay crisis de ansiedad o dificultades en la conciliación del sueño. Alprazolam o Lorazepam son de esta tipología.

El principal problema de éstas es que, como que tienen un efecto rápido, puede existir la tendencia a tomar más cantidad de la recomendada, generando de esta manera un abuso de las mismas.

Benzodiacepinas de vida media larga

Son las que permanecen en el cuerpo durante más de 12 horas, por lo que son de elección para los trastornos de ansiedad. El Diazepam i el Clonazepam  son dos ejemplos.

Debido a su vida media larga pueden acumularse los efectos de diversas dosis seguidas de manera que hace falta respetar bien las tomas del tratamiento.

Son una familia de fármacos útiles, bien tolerados y seguros, que en la práctica clínica se utilizan para el tratamiento agudo de los trastornos de ansiedad y de las convulsiones, en algunas fases de los trastornos del estado de ánimo y, en muchas ocasiones, para el tratamiento de los trastornos del sueño.

Todo y con esto, hace falta tener en cuenta que pueden enlentecer el funcionamiento psicomotriz, de manera que pueden provocar somnolencia, dificultades de concentración y atención y problemas de memoria como efectos secundarios más frecuentes. Es por esto que hace falta una a supervisión por un profesional de la salud mental.

Las benzodiacepinas no son para tomar en un término largo, ya que se genera una tolerancia al efecto y hace falta incrementar la dosis, con el riesgo de dependencia que esto supone.

Por tanto, se trata de una familia de fármacos con un gran número de aplicaciones clínicas que pueden producir un beneficio en la salud mental de los pacientes pero que, a la vez, presentan unos efectos secundarios que precisan una estrecha supervisión médica y profesional.

Desde Atiapsicologia recomendamos que junto con el tratamiento farmacológico se hagan un tratamiento psicológico para entender las causas que han producido la ansiedad y conseguir recuperar el equilibrio perdido.