La importancia de dormir bien

06/07/2018
Bienestar Emocional

Jornadas laborales interminables, los atascos hasta llegar a casa, el gimnasio, la familia, la casa y un rato para ver un capítulo y otro capítulo más de nuestra serie favorita. Tenemos la sensación de que a los días les faltan horas así que, para intentar llegar a todo, al final le robamos horas a nuestro sueño.

La falta de sueño es, hoy en día, un problema que sufren un alto número de personas, pero al que no se le suele dar importancia. Sin embargo, varios expertos españoles han señalado que esta dolencia puede ser más grave de lo que parece en un principio. No dormir lo suficiente tiene más consecuencias de las que pensábamos.

Al dormir, se alcanza un estado de reposo en el que se suspenden todos los sentidos y los movimientos. Esta calma corporal y descanso mental permite recobrar energías y vitalidad para el día siguiente. No hacerlo o hacerlo de manera incorrecta, puede llegar a afectar la salud física y mental de distintas formas.

La falta de un sueño reparador puede afectar al organismo de diversas formas, algunas de las que se pueden percibir con más frecuencia son:

  • Dificultad de la visión
  • Hipersensibilidad a los estímulos de luz
  • Reducción de la capacidad de lectura y de la concentración
  • Sensación de cansancio constante
  • Menos control de nuestras emociones
  • Problemas gástricos
  • Falta de energías
  • Facilidad para engordar
  • Mal humor e irritabilidad
  • Envejecemos más rápido
  • Problemas cardiovasculares

El estadounidense Michael Young, premio Nobel de Medicina 2017 por sus investigaciones sobre el funcionamiento del ritmo circadiano o 'reloj biológico', ha declarado recientemente que: "Dormir poco acorta la vida".

En palabras de Young: "Tenemos millones de relojes biológicos en nuestro cuerpo. Casi todas las células tienen pequeños relojes compuestos de genes y proteínas que dirigen nuestro comportamiento, el metabolismo y muchos otros procesos de nuestra fisiología. Estamos programados para tener unos ciclos determinados. No es posible cambiar estos ciclos horarios sin percibir alguna consecuencia".

Los expertos se han unido a él y han señalado que la esperanza de vida está estrechamente relacionada con la salud del sueño y determinada por las horas que se duerme.

Un buen descanso implica dormir las horas necesarias, entre 7 y 8, esto se logra adquiriendo ciertos hábitos, tales como establecer una hora fija de sueño, evitar comer alimentos pesados por la noche y preferir la lectura a la televisión antes de ir a la cama. No obstante, las horas de sueño que cada persona necesita las dicta el propio reloj biológico, no todo el mundo tiene que dormir las mismas horas para sentirse bien, lo importante es que el sueño sea reparador.

Tendríamos que darle la importancia que se merecen a nuestras horas de reposo nocturno, preocuparnos si padecemos de insomnio y pedir ayuda profesional si vemos que solos no podemos solucionar el problema. Creemos que podemos recortar horas de sueño, pero en realidad lo que estamos recortando es nuestra vida.

Equipo ATIA, psicología y psiquiatría Barcelona