La dificultad para elegir bachillerato

22/05/2023
Adolescencia

Ya se acerca el verano y como en todos los finales de curso, para muchos alumnos se acerca el momento de cambio de etapa educativa.  Nos referimos a la elección de bachillerato, pero también suele ocurrir en otros casos, como por ejemplo con los ciclos formativos o de grado universitario.  Un momento de transición que ilusiona pero a menudo conlleva miedo o angustia.  A los padres les hace mucha ilusión ver a sus hijos crecer y no entienden su indecisión.  Les preguntan recurrentemente "¿qué quieren hacer?",  pero a menudo sólo obtienen una respuesta: "no sé qué hacer, no sé qué elegir, no sé qué me gusta".  Normal, es una de las primeras veces que los jóvenes sienten el peso de tomar una decisión importante de la vida.

¿Y qué pueden hacer para ayudar a los hijos a decidir?  A continuación proponemos tres puntos para empezar a pensar:

Deberemos entender que se sienten inseguros para tomar este tipo de decisiones.  Les cuesta saber qué hacer frente al abismo de oportunidades, con la presión de hacerlo bien a la primera.  Existen muchas opciones de estudios pero ninguna es suficientemente clara como para "dedicarse toda la vida" (que es como ellos lo ven).  Son más conscientes de las puertas que se les cierran que de las oportunidades que tendrán.  Por tanto, si se les presiona demasiado podemos favorecer que tomen decisiones impulsivas para quitarse la presión de encima o para complacer a los padres.  O puede ser aún los bloqueemos más.  Por tanto, será necesario que les acompañen pero sin imponer.

Podemos ayudarles ordenando todas las alternativas educativas y laborales con las que cuenta.  Una vez finalizada la enseñanza obligatoria, el sistema educativo permite alternativas viables y de calidad, que difieren en aspectos como en el número de horas, la nota de entrada, en el grado de especialización, en el tipo de salidas laborales, en el precio o en el tipo de prácticas que se ofrecen, entre otros.  Por tanto, como esto puede ser difícil de entender, si les ayudamos a ordenar las opciones que tienen, pueden verlo más claro.

Es necesario que les ayudemos a conectar con los intereses, las propias aptitudes y motivaciones para poder elegir algo que se ajuste a sus capacidades, les guste y en un futuro se puedan dedicar.  Este paso es de los más difíciles de tomar porque es necesario un mínimo de trabajo personal para ser consciente de las propias virtudes y limitaciones.  Entender que no deben ser buenos en todo y que para serlo en alguna área de conocimiento será necesario esfuerzo.  Por tanto, es importante que les ayudemos a pensar en sus propias características y expectativas para poder ajustar la elección a lo que se les da bien y les gusta.

En algunos casos, este último paso puede ser complicado hacerlo sin ayuda de un profesional.  Sobre todo si el nivel de bloqueo y angustia son altos, si los años de escolarización han estado marcados por las dificultades y malas experiencias.  Por eso, si cree que sus hijos les está costando demasiado hacer este proceso, no dude en consultar.

Albert Sanz, psicólogo

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