Jubilación: ¿y ahora qué?

15/01/2024
Psicoterapia

La jubilación o finalización del periodo laboral es un acontecimiento importante en la vida de las personas que se ha de tener en cuenta ya que puede tener efectos psicológicos importantes, depresión, ansiedad, trastornos psicosomáticos o procesos de desvinculación social entre otros. Estos efectos pueden variar en función de la personalidad, las circunstancias individuales y la preparación emocional para el cambio.

Este periodo vital ha sido estudiado por el gerontólogo Robert Atchleys. Éste habla de la jubilación como un proceso en el que se pueden distinguir diferentes fases:

  1. Prejubilación: momento previo y en el que empezamos a pensar en el dinero que dispondremos sin trabajar.
  2. Jubilación: se inicia con la finalización del trabajo y la vivencia de unas vacaciones indefinidas, como una luna de miel que nos posibilita hacer todo aquello que ha quedado pendiente, viajar, aprender algo, etc. Posteriormente empieza una búsqueda de una actividad continuada que permita reemplazar el trabajo y que nos haga sentir útiles, un voluntariado, practicar un hobbies, etc. También es un momento para el descanso tras años de trabajo. Esta etapa, Atchley dice que también se puede transitar por un periodo de desencanto y depresión que  se presenta normalmente en forma de añoranza al estilo de vida que se llevaba: ir al trabajo, ver a los compañeros, cumplir unos horarios, etc.
  3. Reorientación: es el momento de pensar en proyectos nuevos que permitan sentir la proyección social.
  4. Estabilidad o rutina: aceptación del nuevo estado y disfrute de las nuevas actividades.
  5. Finalización: momento en que aparecen los achaques de la vida como la necesidad de un bastón, necesitar ayuda en casa para los quehaceres habituales, enfrentar una enfermedad por los años o algo crónico que con la edad puede agravarse. Es el momento que nos enfrentamos a la vejez.

La jubilación es un proceso vital que supone una pérdida de identidad laboral, un cambio en las relaciones sociales, cambios en la autoestima, una adaptación al cambio de rutina y un impacto financiero que llevara asociado a preocupaciones económicas.

La aceptación y adaptación a la pérdida del trabajo puede ser también un momento vital lleno de oportunidades para explorar nuevos intereses, practicar pasiones postergadas o disfrutar de la vida con mayor libertad. Es importante parar y darse el tiempo para  reflexionar acerca de los intereses personales y sociales y adaptar las necesidades a los intereses.

M.T. Cicerón en el “arte de envejecer” dice que tal como vives en la juventud y madurez, vivirás en la vejez. Si has tenido una vida inquieta por las cosas, proyectos personales y sed de conocimientos, tendrás una vejez de inquietud por las cosas, proyectos personales y sed de conocimientos. Siguiendo a Cicerón hay personas que van a encontrar en la jubilación una oportunidad de crecimiento y búsqueda de una mayor calidad de vida.

Si observas que no estás motivado, que no puedes tomar iniciativas o que estás decaído puedes pedir ayuda a un profesional para que te acompañe en este momento tan importante de la vida.

Magda Sallés, psicóloga

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