La Asertividad mucho más que una forma de expresarse

09/05/2018
Bienestar Emocional

El concepto de asertividad suele definirse como un comportamiento comunicacional en el cual la persona no agrede ni se somete a la voluntad de otras personas. Se define como la habilidad social para ser claros, francos y directos, diciendo lo que se quiere decir, sin herir los sentimientos de los demás.

Vivimos en un mundo centrado en la imagen que proyectamos. Nos cuesta decir que no porque tenemos en cuenta a los demás y porque no sabemos como expresarlo. Nos cuesta sostener la capacidad de decepcionar. 

Ese miedo hace que vayamos cediendo, aceptando, dejando que los demás ganen espacio y perdiendo el nuestro. ¿Cuántas veces por miedo a decir que no hemos hecho cosas que no queríamos? Como resultado, cada vez nos sentimos más inseguros, más frágiles y más lejos de nuestra felicidad. Esto dificulta la evolución personal. 

¿Cómo puedo conseguir decir que no de una forma efectiva? 

Priorízate. Aprende a decir primero que sí. Di sí a tus valores, sí a tus espacios, sí a tus derechos y creencias. Hemos de buscar un equilibrio que nos permita ser tolerantes y comprensivos con los demás y a la vez con nosotros. Vale la pena tener en cuenta lo siguiente: allá dónde decimos no estamos abriendo nuevas posibilidades, sólo que lo hacemos negando otras.

¿Cómo hacernos respetar si no nos respetamos antes a nosotros mismos?

La Asertividad y la Autoestima están muy ligadas entre sí. La Autoestima nos proporciona cariño, respeto y confianza en nosotros mismos. No buscamos sentirnos por encima ni por debajo de nadie: queremos sentir que somos nosotros, emocionalmente independientes y con la seguridad de que nos cuidamos y protegemos. La Asertividad nos proporciona herramientas para transmitir a nuestro entorno esta coherencia y seguridad. Y tiene en cuenta en todo momento a los demás, reclamando un respeto hacia nosotros, pero respetando y valorando a la vez a la otra persona.

¿Se puede entrenar este hábito? Por supuesto. Recordemos que no nacemos siendo personas asertivas, la conducta asertiva se entrena y se mejora.

Con un estilo de comunicación asertivo uno resuelve más fácilmente los problemas, se siente más relajado, más a gusto consigo mismo, satisfecho y, de este modo, obtiene más fácilmente lo que desea sin generar conflictos.

Es necesario que aprendamos a poner nuestros propios límites a los demás. Di no sin justificaciones, sin poner excusas o pedir que te comprendan; con voz firme y manteniendo la mirada. No dejes que el sentimiento de culpa gane la partida y cree en ti y en tus valores.

 

Equipo ATIA, psicología y psiquiatría Barcelona